Xavier Elías
Castells es ingeniero industrial por la ETSII de Barcelona (UPC). Es profesor
de cursos de doctorado y postgrado sobre temáticas de eficiencia y ahorro de energía,
de ciclado y tratamiento de residuos y profesor invitado a numerosas universidades.
Por su parte, Santiago Bordas Alsina es doctor ingeniero por la ETSII de
Barcelona. Su actividad profesional se ha extendido a la administración pública,
a la empresa privada y como autónomo. Su trabajo abarca aspectos técnicos, científicos
y de gestión en ciencia de materiales, construcción y energía. En su obra los
autores tienen como fin mostrar los diferentes factores que están afectando a
la sociedad moderna respecto al consumo energético y proponen nuevos planes y acciones económicas que deberán ser implementados en nuestro sistema actual de consumo y producción
con el fin de prevenir futuros daños en nuestra sociedad.
En los últimos años el consumo de energía eléctrica se ha elevado a un ritmo
superior al crecimiento económico, ya que suple las necesidades del sistema
productivo que actualmente posee una gran demanda debido a la gran cantidad de población,
porque está relacionado con mayores niveles de vida y propósitos no
materializados, lo anterior lleva a reflexionar, sobre todo si se tiene en
cuenta que en energía se gasta una importante cantidad de dinero y esfuerzos físicos.
Debido a este ritmo de crecimiento se deben tomar una serie de acciones que
impidan que aumente el índice físico del consumo energético, y para esto
resulta imprescindible eliminar todas las producciones y servicios que no están
haciendo un trabajo útil. Sin embargo, es fácil percibir que algo se está
malgastando cuando se observa una llave que derrama agua, combustible,
petróleo, etc., pero cuesta percibir que está sucediendo igual cuando se deja
encendida una lámpara, se tiene la radio, el televisor y el calentador de agua
funcionando mientras se está planchando o realizando cualquier actividad del
diario vivir.
Esta realidad pone de manifiesto que la electricidad es el final de la inmensa
cadena que se origina en las grandes centrales de generación y para que llegue
hasta un hogar debe: ser generada en grandes y costosas plantas, en el mismo
instante en que se requiera; transportada hasta los centros poblados,
recorriendo muchos kilómetros y utilizando inmensas torres, transformadores y
cantidades de cables; distribuida en menores bloques de energía, hasta los
hogares, utilizando cientos de transformadores, postes y kilómetros de cable;
entregada, medida y facturada, para lo cual se requiere de equipos de medición,
herramientas, personal para emitir y entregar facturas, así como para atender
reclamos y solicitudes. Todo este sistema eléctrico debe mantenerse al día, lo
cual requiere personal especializado y alta tecnología en materiales y equipos,
en otras palabras esto quiere decir que el proceso de consumo de energía proviene
de un gran desarrollo tanto físico como de procesos técnicos.
Es imposible imaginarse cómo se podría vivir sin la vital electricidad, no existirían todos los adelantos y la tecnología, si un día dejara de haber energía. Nada, en su
gran mayoría, tendría el valor que por ello se paga, sin la electricidad para
hacerlo funcionar. En vista de esto se están emprendiendo planes, programas
económicos y energéticos, con la finalidad de aumentar las reservas existentes
y reducir el uso desproporcionado que se tiene de la energía eléctrica. Además,
son muchas las posibilidades de reducción del consumo de energía que se gasta
en iluminación, desde el simple cambio de una lámpara hasta la implementación
de nuevos sistemas con equipamiento electrónico inteligente. Pensando en ello
se ha desarrollado una tecnología de bajo consumo de energía, lámparas,
balastos, controles electrónicos y sistemas de iluminación que ahorran energía,
tienen una mayor duración y ayudan, de esta forma, a evitar riesgos de
suministro.
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